La Revolución de Kepler

Representación artística de la gran variedad de exoplanetas descubiertos por Kepler. Estos planetas abarcan una amplia gama de composiciones, temperaturas, distancias orbitales y tamaños, la mayoría de los cuales no están representados en nuestro Sistema Solar. Crédito: NASA Ames Research Center / Wendy Stenzel.

A principios de 2009, se lanzó un cohete que transportaba un instrumento que cambiaría fundamentalmente nuestra visión de nuestra posición en el Universo.

Ese instrumento es el Telescopio Espacial Kepler, una pequeña nave espacial que abrió una gran ventana a los muchos miles de exoplanetas esparcidos por toda la Vía Láctea. Gracias a Kepler, ahora sabemos que la Tierra no es un único punto azul pálido en el Universo.

El 14 de Marzo, la NASA anunció que la nave espacial Kepler exhibía los primeros signos de bajo nivel de combustible y que el telescopio probablemente funcionaría solo por unos pocos meses más. Su depósito de combustible alcanzó niveles extremadamente bajos el 2 de Julio, y los científicos de la misión pusieron a Kepler en modo de hibernación sin combustible hasta que su última ronda de datos fuese descargada el 2 de Agosto.  Aunque se anticipó esta falta de combustible, es probable que la nave espacial no llegue a su décimo aniversario.

Kepler, cuyo ojo mide aproximadamente un metro de diámetro, se lanzó 17 años después de que se descubriera el primer planeta fuera de nuestro Sistema Solar. Para entonces, se habían descubierto aproximadamente otros 300 exoplanetas, la mayoría de ellos demasiado grandes, demasiado calientes o en entornos demasiado extremos como para considerar que podrían albergar vida. Los datos disponibles dejaron a los científicos rascándose la cabeza. Existieron alguna vez exoplanetas análogos a la Tierra? Si estuvieran allí, ¿podríamos siquiera verlos?.

La respuesta a ambas preguntas resultó ser un “sí” entusiasta. “Sí, hay muchos planetas del tamaño de la Tierra en las zonas habitables de otras estrellas, miles de millones”, dijo William Borucki , Investigador Principal de la  misión Kepler que ahora está retirado de la NASA. “Tuvimos que esperar a tener a Kepler, porque  fue diseñado para encontrarlos”.

Los datos muestran que el telescopio fue un verdadero transformador del juego .

“Es probablemente la única misión que ha cambiado la historia de la humanidad más que cualquier otra”, dijo Borucki.

¿Cuán revolucionario ha sido este telescopio espacial? Aquí hay nueve hallazgos notables de Kepler que cambiaron para siempre el campo de la Astronomía.

1. Los planetas están distribuidos en todas partes, igualmente.

Imagínese mirando una misma área del cielo por más de 4 años. Después de que Kepler se lanzó en Marzo de 2009, hizo exactamente eso, enfocó sus lentes en el espacio que rodea a la constelación de Cygnus.

“La misión fue diseñada para ser la misión más aburrida que la humanidad haya producido”, dijo Borucki. “Miramos la misma parte del cielo y enviamos imágenes una y otra vez, hora tras hora, año tras año”.

El telescopio midió con precisión el brillo de más de 150,000 estrellas simultáneamente con una precisión de aproximadamente 50 partes por millón. Cualquier disminución temporal y repetitiva que viera en la luz de una estrella podría indicar que un planeta se había cruzado entre el telescopio y la estrella. Estas firmas, o tránsitos planetarios, son la forma en que Kepler encuentra exoplanetas.

A través de su mirada sin parpadear, Kepler descubrió 4.571 firmas planetarias, 2.327 de las cuales han sido confirmadas como exoplanetas reales. Los astrónomos todavía están trabajando para confirmar o refutar de una firma planetaria la condición de ser un exoplaneta durante el resto de los descubrimientos de Kepler.

Esos planetas, que encontraron los científicos de Kepler, están en todas partes, por igual. La distribución de exoplanetas a través del campo de visión de Kepler en Cygnus sigue la distribución de las estrellas. Y ninguna área en el mapa de Kepler alberga más exoplanetas que otra.

Una falla de hardware en 2013 dejó a la nave espacial incapaz de apuntar con precisión a sus objetivos originales y finalizó la misión principal de Kepler. A pesar del revés sufrido, el telescopio siguió descubriendo exoplanetas en otras partes de la galaxia después de que los ingenieros encontraran una nueva forma de mantener la nave lo suficientemente estable para las observaciones. La segunda fase de la misión de Kepler, llamada K2, comenzó en 2014.

“K2 nos ha permitido explorar diferentes porciones de la galaxia que no eran accesibles para la misión original de Kepler”, dijo David Ciardi , un Astrónomo  investigador en el Instituto de Ciencia de Exoplanetas de la NASA en el Instituto de Tecnología de California en Pasadena. Con lo tan emocionante como fue la misión  Kepler original, “K2 fue tal vez más emocionante por la forma en que trabajamos para nunca rendirnos”, dijo. La misión K2 ha descubierto cientos de nuevos exoplanetas distribuidos por la Vía Láctea.

Algunas estrellas no tienen planetas, y algunas tienen muchos, pero Kepler descubrió que, en promedio, hay un planeta por cada estrella en el cielo.

2. El Sistema Solar puede no ser único

Kepler mide el tamaño de los exoplanetas y sus períodos orbitales cuando transitan a sus estrellas anfitrionas. Cuanto más grande es la caída en el brillo de la estrella, más grande es el planeta en relación con la estrella. Cuanto más frecuentes son las caídas, más rápido orbita el planeta. Si Kepler ve una estrella que muestra caídas de brillo con diferentes intensidades y tiempos, los astrónomos saben que podría haber más de un planeta en ese sistema exosolar.

 

Concepción  artística de los ocho exoplanetas en el sistema Kepler-90 en comparación con los de nuestro Sistema Solar. Kepler-90 es el primer y único sistema de exoplanetas detectado hasta la fecha que tiene tantos planetas como nuestro Sistema Solar. Los tamaños de los planetas están a escala, pero las distancias entre planetas no. Crédito: NASA Ames Research Center / Wendy Stenzel.

Con la ayuda de un algoritmo de Inteligencia Artificial, los científicos descubrieron en los datos de Kepler  otra estrella con el mismo número de planetas que nuestro Sistema Solar. La estrella, Kepler-90 , está a 2.545 años luz de distancia y es un poco más caliente que el Sol. Siete de sus ocho planetas fueron descubiertos en 2013, y el escurridizo octavo planeta completó el conjunto en Diciembre de 2017. Los datos muestran que las órbitas de los ocho exoplanetas de Kepler-90 se ajustan a la órbita de la Tierra alrededor del Sol.

Aunque Kepler descubrió miles de sistemas exosolares con uno o dos planetas, los sistemas con más planetas que esos todavía son relativamente raros . Por ejemplo, el sistema TRAPPIST-1 fue descubierto en Febrero de 2017,  tiene siete exoplanetas, pero hasta la fecha, él y Kepler-90 son los únicos dos sistemas exosolares conocidos con más de seis planetas . Los astrónomos no están seguros de si la escasez de sistemas planetarios populosos es un fenómeno real o simplemente es debido a la falta de datos.

3. La Tierra no puede ser única

Uno de los objetivos científicos fundamentales de Kepler era descubrir cuán comunes son en la galaxia los planetas similares a la Tierra en tamaño, composición y temperatura. Indicar el número de estos “hermanos de la Tierra” o “primos de la Tierra” es un trampolín hacia el cálculo de la probabilidad de vida extraterrestre en el universo.

Kepler descubrió que los planetas del tamaño de la Tierra son muy comunes,. Hasta el momento, los astrónomos han confirmado 29 exoplanetas con menos del doble del diámetro de la Tierra que están cerca de la zona habitable de su estrella, una región del espacio que rodea una estrella que tiene la temperatura adecuada para mantener el agua en estado líquido en la superficie de un planeta . Setenta más posibles primos de la Tierra permanecen como candidatos a exoplanetas hasta que los astrónomos puedan verificarlos.

Las docenas de exoplanetas descubiertos por Kepler que son de menos del doble del tamaño de la Tierra y orbitan en o cerca de las zonas habitables de sus estrellas. Es probable que estos planetas sean rocosos u oceánicos y son los candidatos más probables para sostener la vida. Los exoplanetas se trazan en el gráfico por la temperatura de la estrella (eje vertical) y la energía recibida en el planeta en relación con la Tierra (eje horizontal). El tamaño de los marcadores de exoplanetas indica su tamaño en comparación con el de la Tierra, que se incluye junto con Venus y Marte para su comparación. La franja de color verde oscuro representa los límites optimistas de la zona habitable, y el verde claro representa los límites conservadores. Las etiquetas naranja indican el identificador de un planeta en el catálogo de Kepler. Crédito: NASA Ames Research Center / Wendy Stenzel.

Dado el tesoro de datos de Kepler que queda por analizar, los astrónomos esperan  eventualmente encontrar el “gemelo” de la Tierra. Mientras tanto, algunos exoplanetas “parecidos” son Kepler-452b , que es un poco más grande y más frío que la Tierra, y Kepler-296e , que es casi idéntico en tamaño y temperatura, pero orbita en un sistema con dos estrellas y otros cuatro exoplanetas del tamaño de la Tierra.

“Hicimos la pregunta sobre cuántos planetas del tamaño de la Tierra podría haber, y construimos una nave espacial para responder esa pregunta”, dijo Ciardi. “Ya no es la Tierra el único planeta del tamaño de la Tierra, sabemos que hay millones de tales mundos en la galaxia. Ahora nos estamos preguntando: ¿alguno de esos mundos tiene vida?

4. Un planeta del tamaño de la Tierra puede no ser como la Tierra

Un verdadero gemelo de la Tierra se parecerá a la Tierra no solo en tamaño sino también en composición y temperatura. Para saber de qué podría estar hecho un exoplaneta identificado por Kepler, los científicos necesitan medir su masa. Para algunos sistemas exosolares con múltiples planetas, los datos de Kepler pueden revelar las masas de los exoplanetas midiendo las variaciones en el momento del tránsito, que son causadas por el tirón de los planetas entre sí por gravedad.

Si las variaciones de tiempo de tránsito no son una opción, los astrónomos pueden intentar usar otros telescopios para medir el desplazamiento Doppler que un exoplaneta induce en su estrella, a partir del cual pueden encontrar la masa del planeta. Una vez que los científicos tienen una medida de la masa de un exoplaneta y de su tamaño obtenido con Kepler, pueden calcular la densidad promedio del planeta y compararla con los materiales conocidos que forman planetas.

Sin embargo, solo porque un planeta tenga el mismo tamaño que la Tierra y tenga una densidad similar no significa que sea un buen lugar para vivir.

Los mundos que pueden estar cubiertos de lava fundida abundan en el conjunto de datos de Kepler. Se supone que estos mundos se desarrollan cuando un pequeño planeta rocoso orbita lo suficientemente cerca de su estrella que su superficie se derrite.

Los mundos de lava son más fáciles de detectar para Kepler que los exoplanetas en zonas habitables porque los primeros orbitan sus estrellas con mayor frecuencia. Dos de los primeros exoplanetas rocosos del tamaño de la Tierra descubiertos por la nave espacial, Kepler 10b y su hermano menor Kepler-78b , son mundos de lava con densidades similares a la de la enstatita, un mineral común en el manto de la Tierra.

Representación artísticaa del mundo oceánico Kepler-22b. Crédito: NASA Ames / JPL-Caltech.

El fuego y la lava son comunes, pero Kepler también encontró muchos mundos oceánicos. Los tamaños y densidades de estos exoplanetas sugieren que contienen una cantidad significativa de agua, tal vez lo suficiente como para cubrir sus superficies por completo. Las temperaturas planetarias, inferidas de sus distancias a sus estrellas  anfitrionas, sugieren que sus aguas superficiales son líquidas. Kepler-22b , descubierto en 2011, fue el primer ejemplo de un mundo oceánico.   Con tanta agua en su superficie, Kepler-22b casi con certeza tiene una atmósfera, dijo Borucki, que lo llamó uno de sus planetas Kepler favoritos.

“El planeta puede estar cubierto por un océano”, dijo. “La vida puede haber comenzado en un océano … Si quisieras elegir algo que probablemente tenga una atmósfera y bien podría tener vida, donde las condiciones podrían ser las correctas, éste es un gran planeta para elegir”.

5. “Habitable” no es una idea simple.

En un Universo sin complicaciones, un planeta orbitando dentro de la zona habitable de una estrella sería, por definición, hospitalario para la vida. Algunas estrellas , sin embargo, plantean más desafíos a la habitabilidad que otras.

Representación artística de una estrella enana roja en llamas orbitada por un exoplaneta. Crédito: NASA / ESA / G. Tocino (STScI)

Por ejemplo, las estrellas más pequeñas que la mitad del tamaño del Sol emiten más luz roja e infrarroja. Un exoplaneta que orbita en la zona habitable de esa estrella se enganchará rápidamente a la estrella (con un mismo hemisferio mirando siempre a la estrella y el otro siempre en noche), con un hemisferio demasiado frío y el otro demasiado caliente como para que la vida prospere. Estas estrellas enanas rojas también pueden producir llamaradas extremas que emiten rayos X y partículas dañinas que podrían arrastrar la atmósfera de un planeta, los océanos y, posiblemente, la vida.

Estas estrellas, sin embargo, son el tipo de estrella más común en la galaxia, y Kepler observó miles de ellas. El telescopio descubrió más de 1.000 posibles exoplanetas alrededor de estrellas enanas rojas durante su misión principal. Uno de esos planetas, Kepler-186f, es uno de los favoritos de Ciardi.

“Kepler-186f es fascinante porque el planeta tiene el tamaño de la Tierra y orbita en la zona habitable de su estrella, pero la estrella es mucho más fría y más pequeña que el Sol”, explicó Ciardi. “Kepler-186f plantea la pregunta: ¿Puede la vida como la conocemos existir en un planeta como la Tierra pero alrededor de una estrella que es tan diferente del Sol?”

Las lunas habitables también son posibles. “Si tienes un planeta gigante en la zona habitable”, explicó Borucki, “pero su luna es pequeña y tiene una atmósfera similar a la de Titán, que tiene una atmósfera grande y pesada, la luna podría tener vida”.

Si el exoplaneta transita la estrella, su luna también, haciendo posible que las exolunas permanezcan ocultas dentro de los datos de Kepler. Entonces, explicó Borucki, la búsqueda de exolunas está activada . Se ha identificado un candidato prometedor de Kepler , pero todavía no hay exolunas verificadas.

6. Los planetas no siempre se parecen a los del Sistema Solar

Los planetas en nuestro Sistema Solar se dividen en dos categorías: pequeños y rocosos, como los cuatro planetas interiores, y grandes y gaseosos, como los cuatro planetas exteriores. Además, hay un gran salto de tamaño entre nuestro planeta rocoso más grande, la Tierra, y nuestro planeta gaseoso más pequeño, Neptuno. No hay término medio.

Así que los astrónomos se sorprendieron comprensiblemente al descubrir que las cosas no se formaban de esa manera en otra parte de la galaxia.

Kepler descubrió que la mayoría de los exoplanetas son más grandes que la Tierra pero más pequeños que Neptuno, una variedad que no se ve en nuestro Sistema Solar. Estos exoplanetas se llaman “súper-Tierras” o “mini-Neptunos” y pueden ser principalmente de roca, o principalmente de gas o, en su mayoría, de agua.

“Estamos encontrando una gran cantidad de planetas como ninguno en nuestro Sistema Solar”, dijo Borucki. “Estábamos encontrando estas cosas por cientos, por miles”.

Además, hay una fracción significativa de los exoplanetas de Kepler que son más grandes que Júpiter y orbitan extremadamente cerca de sus estrellas. Llamados “Júpiter calientes” debido a su tamaño y temperatura, estos colosos generalmente orbitan alrededor de una estrella en cuestión de días. Los astrónomos aún están desconcertandos acerca de cómo los  Júpiter calientes lograron moverse tan cerca de sus soles “sin caer en ellos”.

7. Los planetas existen en lugares improbables.

Los exoplanetas de tamaño mini-Neptuno Kepler-66b y Kepler-67b, mostrados en la representación  artística, son los exoplanetas más pequeños que se descubrieron orbitando estrellas en un grupo denso (llamado NGC 6811).  Detectados en 2013, fueron los primeros “planetas de grupos” descubiertos a través del método de tránsito. Crédito: Michael Bachofne.

Los planetas de nuestro Sistema Solar orbitan alrededor de una estrella. Pero Kepler descubrió que los exoplanetas pueden orbitar entorno a dos, tres o incluso cuatro estrellas con relativa facilidad.

Kepler-16b fue un descubrimiento particularmente emocionante para los fanáticos de Star Wars , ya que la arquitectura de su sistema solar imita a Tatooine, el mundo natal de Luke Skywalker. El camino de Kepler-16b lo lleva alrededor de ambas estrellas en ese sistema, en una órbita circumbinaria, el primer exoplaneta confirmado  orbitando dos estrellas similares al Sol. A diferencia del planeta ficticio, Kepler-16b es frío, inhóspito y aproximadamente del tamaño de Saturno.

Kepler-16b es uno de los cerca de 20 planetas circumbinarios conocidos . Kepler reveló que los planetas que orbitan alrededor de una estrella en un sistema estelar binario, triple o cuádruple son mucho más comunes .

Pero, ¿y si hubiera aún más estrellas cercanas? El Sol nació posiblemente en una densa agrupación de estrellas que desde entonces se han ido separando, pero que una vez pudo contener docenas o cientos de estrellas. ¿Podría nuestro Sistema Solar haberse formado si el Sol hubiese permanecido atrapado en ese tipo de entorno?

Kepler dijo que sí. Durante su misión principal, Kepler descubrió dos planetas del tipo mini-Neptuno, Kepler-66b y Kepler-67b , orbitando estrellas diferentes en un cúmulo estelar distante y abarrotado. Unos años más tarde, la misión K2 de Kepler observó el joven cúmulo estelar de las Hyades y descubrió que una de sus cientos de estrellas alberga tres planetas. Esa estrella, K2-136 , es el primer sistema multiplanetario que se sabe que sobrevive en un ambiente estelar denso, y podría ayudar a los astrónomos a entender el nacimiento de nuestro Sistema Solar.

8. Los planetas siguen tendencias definidas y vienen en grupos distintos

Kepler no encontró exoplanetas individuales. Los encontró por miles . La cantidad sin precedentes de exoplanetas con tamaños y temperaturas medidas con precisión permitió por primera vez estudios de demografía planetaria .

Un estudio reciente mostró que los planetas más pequeños que Neptuno se dividen en dos categorías distintas y separadas, como dos ramas de un árbol genealógico . Las ramas ya eran familiares para los astrónomos, las súper Tierras rocosas y los mini Neptunes gaseosos, pero los astrónomos ahora saben que las categorías representan una propiedad planetaria más fundamental. Donde, previamente, la distinción se hacía puramente por tamaño o composición, es evidente que los dos tipos realmente delinean los estados finales de diferentes vías de formación de planetas. Los científicos todavía están trabajando en lo que guía a un planeta por un camino u otro.

Investigaciones recientes descubrieron que los planetas pequeños generalmente vienen en dos tamaños distintos, super-Tierras y mini-Neptunos. Los astrónomos todavía están explorando las razones por las cuales un planeta pequeño se convierte en uno o el otro, con algunas excepciones en el medio. Crédito: NASA Ames Research Center / JPL-Caltech / Tim Pyle

Las miles de mediciones de exoplanetas de Kepler también permiten a los astrónomos explorar las relaciones entre las diferentes propiedades de los planetas, como el tamaño, la masa, la composición y el tipo de estrella que los alberga, que los modelos teóricos aún no podían predecir. Por ejemplo, los astrónomos descubrieron que para los planetas más pequeños que Neptuno, medir el radio de un planeta podría, sobre la base de las tendencias demográficas, permitir a los investigadores estimar de forma razonable la masa y densidad del planeta . Además, el análisis de los planetas Kepler y sus estrellas ha demostrado que los planetas rocosos son dos veces más probables y los gigantes gaseosos tienen 9 veces más probabilidades de formarse alrededor de estrellas abundantes en elementos más pesados ​​que el helio.

9. Los planetas y las estrellas pueden ser  extraños.

Nuestro Sistema Solar tiene una configuración ordenada: todos los planetas orbitan en un plano mayormente y se mueven en la misma dirección en que gira el Sol en órbitas que están ligeramente distorsionadas de una circular.

Kepler vio que las órbitas exoplanetarias no siempre son tan ordenadas. Algunos exoplanetas, como Kepler-419b , un Júpiter caliente alrededor de una estrella más caliente que el Sol, orbitan en órbitas altamente elípticas. En una escala en la que 0 es una órbita perfectamente circular y 1 es un óvalo aplanado, la órbita de Kepler-419b es de 0,83, una de las órbitas más altamente excéntricas descubiertas.

En el sistema Kepler-56 , un exoplaneta del tamaño de Júpiter de alguna manera apretó las órbitas de otros dos planetas, por lo que están desalineados a 45 ° de la rotación de su estrella. Otro exoplaneta, Kepler-63b , orbita su estrella de polo a polo en lugar de paralela al ecuador, lo que sugiere que puede haber interactuado con otro planeta invisible en algún momento de su pasado.

Entre los datos más importantes de Kepler se esconden algunas señales extrañas, como el exoplaneta de desintegración Kepler-1520b, que se representa aquí en la representación  artística. Crédito: NASA / JPL-Caltech.

Aunque algunos de los exoplanetas de Kepler encontraron órbitas estables después de interacciones caóticas, otros no tuvieron tanta suerte. Kepler-1520b , por ejemplo, al principio parece un cometa gigante con su núcleo denso rodeado por un coma y arrastrando  una cola extendida. Esto se debe a que el planeta orbita tan cerca de su estrella que los científicos suponen que la estrella debe estar eliminando la superficie rocosa del planeta y cualquier atmósfera que pueda haber tenido. Si no hubiera sido por la cola extendida de escombros que el planeta deja en su estela, Kepler no habría sido capaz de detectar este mundo en desintegración más pequeño que Mercurio.

Un telescopio “revolucionario”

Cuando Kepler se quede sin combustible , ya no podrá recopilar datos o transmitirlos a la Tierra. Pero eso no significa que su trabajo estará hecho.

“Los finales nunca son realmente el final, en mi opinión”, dijo Ciardi. “Sí, la nave espacial se apagará, pero la ciencia de la misión continuará, y el legado de lo que Kepler nos ha traído no será olvidado”.

Un legado de Kepler ha sido inspirar y educar a las futuras generaciones de científicos exoplanetarios y entusiastas de la Astronomía.

Kepler está “trayendo esto a los jóvenes”, dijo Borucki, “los niños de la escuela primaria, los jóvenes de la escuela secundaria, e inspirándolos para decir: ‘Me esforzaré por aprender. Haré el esfuerzo de ser parte de la humanidad explorando el espacio “.

“Vivimos en un mundo de conocimiento más rico que el que tendríamos si Kepler no se hubiera lanzado”, señaló Ciardi. “En el futuro, cuando el mundo hable de descubrimiento científico, hablarán de Astrofísica antes de Kepler y después de Kepler. Así de revolucionaria ha sido la misión “.

-Kimberly MS Cartier ( @AstroKimCartier ), redactora.

Cita: Cartier, KMS (2018), The Kepler Revolution, Eos, 99, https://doi.org/10.1029/2018EO103505 .    Publicado el 01 de Agosto de 2018.

 

Material relacionado:

Un interesante podcast de NASA, donde científicos de la misión nos cuentan de la contribución del Telescopio Kepler a la Astronomía, es:

¿Cómo se realiza la validación de candidatos a exoplanetas a partir de los datos de Kepler?:

La misión Kepler K2 requirió de nuevo métodos de análisis de datos:

1_ Los planetas están distribuidos en todas partes, igualmente:

2_ El Sistema Solar puede no ser único:

En el siguiente artículo y en su apartado “Material relacionado” el lector encontrará toda la información sobre el Sistema Kepler 90, una referencia al sistema Trappist 1 y también artículos referentes a la pregunta ¿qué tan raro es nuestro Sistema Solar?:

Sobre el Sistema de 7 planetas Trappist 1, conteniendo un análisis de sistemas planetarios entorno a estrellas enanas ultrafrías, el estudio de sus atmósferas y la posibilidd de vida en ellos y de su propagación en el sistema en base a la teoría de la Panspermia:

La visualización para el público de los nuevos descubrimientos, es una herramienta fundamental de educación y divulgación, donde se cruzan los caminos del Arte y la Ciencia. En particular, el descubrimiento del Sistema Trappist 1, dio lugar a  una representación artística de las más expresivas, que por su elocuencia, fue elegida como portada de la revista Nature en su momento:

No vaya a pensar el lector que el descubrimiento de sistemas planetarios múltiples es propiedad exclusiva de los científicos; también los aficionados están contribuyendo a su hallazgo, através de nuevos proyectos abiertos al público de colaboración Pro-Am, basados en crowdsourcing:

En los sistemas multiplanetarios identificados por Kepler, posiblemente exiten más planetas “escondidos”:

3_ La Tierra no puede ser única:

Sobre el objetivo original de la misión Kepler:

4_Un planeta del tamaño de la Tierra puede no ser como la Tierra:

5_“Habitable” no es una idea simple:

Una discusiónen en profundidad de los exoplanetas entorno a estrellas  Enanas Rojas, su abundancia, las condiciones de radiación extremas a las que están sometidos, pero que aún así pueden darse condiciones favorables para mantener el agúa líquida en sus superficies, la extensión de la zona de habitabilidad de ellas cuando se tiene en cuenta la existencia de un efecto invernadero húmedo junto a otras propiedades, se encuentra en:

6_ Los planetas no siempre se parecen a los del Sistema Solar:

7_ Los planetas existen en lugares improbables:

8_Los planetas siguen tendencias definidas y vienen en grupos distintos:

9_Los planetas y las estrellas pueden ser  extraños:

Sobre las nuevas  misiones espaciales que continuarán los estudios de exoplanetas:

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