Los astrónomos utilizan una escala de grados, minutos y segundos como unidades de medida para calcular tamaños y distancias en el cielo.
Por ejemplo: 90 grados es el ángulo del horizonte hasta el cenit, punto más alto en vertical sobre nuestras cabezas. La Luna y el Sol presentan discos de un tamaño de medio grado o de 30 minutos de arco.
El tamaño más pequeño de los objetos o fenómenos que el ojo puede distinguir sin ayuda óptica es de un minuto de arco. El tamaño más pequeño de los objetos o fenómenos que el ojo puede distinguir sin ayuda óptica es de 1 minuto o 60 segundos de arco.
Una mano extendida con el brazo alargado tendrá 20 grados de ancho desde la punta del pulgar hasta la punta del meñique. Las distancias más pequeñas se pueden calcular con el brazo estirado y el puño (unos 10 grados) o el pulgar (1 ó 2 grados). En el primer caso, equivaldría a la distancia entre la franja brillante de estrellas y la espectacular Rigel, que posee color azul blanquecino, y en el segundo, con el pulgar, nos dará una medida cuatro veces más ancha que la Luna.
Más tarde, se puede utilizar este método para determinar el tamaño relativo de las diferentes constelaciones y de las zonas más grandes del cielo.
